Una Iniciativa Plena de Vida
(Mijail Gorbachov)
¿ Paz o Guerra?. Este es realmente el dilema continuo, que va acompañando a toda la historia de la humanidad.
A lo largo de los siglos, en el desarrollo ilimitado de la literatura, millones de paginas están dedicadas al tema de la paz, a la necesidad vital de su defensa. La gente siempre ha comprendido que, como decía George Byron, la guerra perjudica a las raíces y a la corona . Pero al mismo tiempo las guerras se han continuado ilimitadamente. Cuando aparecían discusiones y conflictos los argumentos razonables retrocedían ante los argumentos de la fuerza bruta, en la mayoría de los casos. Además, los cánones de derecho elaborados en el pasado y existentes hasta tiempos no tan lejanos consideraban la guerra como el método legal de hacer política.
Recién en este siglo se han producido algunos cambios. Estos han sido mas importantes después de la aparición de las armas de eliminación masiva, en especial el armamento nuclear.
Al finalizar la guerra fría, por esfuerzos comunes de Oriente y de Occidente se aparto la amenaza terrible del conflicto bélico entre las dos potencias. Pero desde entonces la paz no ha dominado en la tierra. Las guerras siguen eliminando decenas, centenas de miles de vidas humanas. Vacían, arruinan a piases enteros. Ellos aumentan la inestabilidad en las elecciones internacionales. Ellos ponen barreras en el camino para la resolución de muchos problemas del pasado que ya deberían estar resueltos y dificultan resolver otros actuales de fácil solución.
Después de haber comprendido lo inadmisible de la guerra nuclear -cuyo significado no podemos menospreciar. Hoy tenemos que dar un nuevo paso de importancia también decisiva: es un paso hacia la comprensión de la no aceptación por principios de métodos bélicos como forma de resolución de los problemas existentes hoy o los futuros que se presenten. Para que las guerras sean rechazadas y excluirlas definitivamente de las políticas gubernamentales.
Es difícil hacer este nuevo y decisivo paso, es muy difícil. Porque aquí, tenemos que hablar por un lado de desvelar y neutralizar a los interés que producen las guerras contemporáneas y por otro lado de superar la predisposición sicología de la gente y especialmente de la clase política mundial, a resolver las situaciones conflictivas por medido de la fuerza.
En mi parecer la campaña mundial por un Mundo sin guerras comenzada en 1995 con el objetivo de lograr en el ano 2000, que por lo menos durante una semana no sean utilizados los armamentos, representa una interesante posibilidad de avanzar hacia la consecución de estos objetivos vitales.
En realidad, las acciones planificadas para el plazo de campaña: discusiones, encuentros, manifestaciones, publicaciones, permitirán revelar públicamente los verdaderos orígenes de las actuales guerras, mostrar que ellos se oponen completamente a las razones manifestadas y demostrar que los motivos y justificaciones para estas guerras son falsos. Que las guerras hubieran podido evitarse de haber tenido insistencia y paciencia en la búsqueda de vais pacificas para superar los problemas, sin escatimar esfuerzos.
En los conflictos contemporáneos, las guerras tienen en su base esencial en las contradicciones nacionales, étnicas y a veces hasta en discusiones tribales. Frecuentemente a esto se suma el factor de las conflictos religiosos. Además existen las guerras por disputa de territorios y de las fuentes de recursos naturales. En todos los casos, sin duda alguna, los conflictos podrían ser resueltos con métodos políticos.
Estoy seguro que la campana por un Mundo sin Guerras y su programa de acciones planificadas permitirán sumar a grandes cantidades de fuerzas de la opinión publica al proceso de extinción de los aun existentes focos de guerras.
Así el rol de la sociedad, especialmente de los médicos, de los científicos nucleares, biólogos, físicos, consistirá no solo en hacer comprender a la humanidad lo inadmisible de la guerra nuclear sino también en concretar acciones que alejen de todos nosotros esta amenaza, es decir: el potencial de la diplomacia popular es enorme. Y el no solo no esta acabado sino que en gran medida no esta aun aprovechado.
Es importante, es importantísimo crear condiciones para evitar la instalación de focos de guerra en el futuro. Las instituciones intergubernamentales existentes todavía no son capaces de conseguirlo, a pesar de que toman algunas medidas (tengo en cuenta la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa, otras organizaciones religiosas, y por supuesto O.N.U., etc.).
Esta claro que esta tarea no es fácil. Porque, en alguna medida, su resolución exige la renovación de la política en vida interna de los y gobiernos así como modificaciones también en las relaciones entre los piases.
En mi entender, la campana por un Mundo sin Guerras, es una campana mundial de dialogo, dentro y fuera de cada país por encima de las barreras que los separan; de dialogo en base a la tolerancia y apoyándose en los principios del respeto mutuo; de un dialogo capaz de contribuir a cambiar las formas políticas con el fin consolidar nuevos y realmente pacíficos métodos políticos de resolución de los problemas existentes.
En el plano político, tal campana es capaz de crear iniciativas interesantes dirigidas al establecimiento de un entendimiento común a la consolidación de una conciencia pacifica. Eso no puede no ser un factor de influencia en la política oficial.
En el plano moral, la campana por un Mundo sin Guerras puede contribuir al fortalecimiento de sentido de rechazo a la violencia, a la guerra, como instrumentos políticos, llegando a un mas profundo entendimiento del valor de la vida. El derecho a la vida es el derecho principal del Ser Humano.
En el plano sociológico, esta campana, va a contribuir a la superación de las tradiciones negativas heredadas del pasado al fortalecer la solidaridad humana.
Que finalice la utilización de las armas, que se acaben las guerras, por lo menos durante una semana, a los comienzos del ano 2000, si esto es un acto de elección consciente de las gentes en todo el mundo, puede tener enorme significado simbólico. Esto demostrara que efectivamente, la humanidad es capaz de hacer una elección consciente a favor de la paz.
Esta claro que seria importante que todos los estados, todos los gobiernos, los políticos de todos los piases comprendan y apoyen la iniciativa por un Mundo sin guerras , para garantizar un comienzo pacifico del siglo XXI. A esto yo hago mi llamamiento.
El futuro pertenece al libro, no a la espada - dijo una vez el gran humanista Víctor Hugo. Yo creo que así será. Pero para acelerar el acercamiento de tal futuro son necesarias ideas, palabras y acciones. La campana por un Mundo sin Guerras es un ejemplo de tal cosa en el mas alto grado de la acción noble.
Mijail Gorbachov7/3/96